Me contó el Búho Medina un asombroso capítulo de la historia de la fotografía (que ocurrió mucho antes de que las cámaras fotográficas fueran como hoy las conocemos). Luego del daguerrotipo, se inventó el ambrotipo en el siglo XIX, que plasmaba la imagen tomada en una placa de cristal.
Y como cada vez la fotografía se hizo más común, ya no sólo se tomaban retratos de las personas, sino que comenzaron a hacerse fotografías de paisajes, de la vida cotidiana de la gente y también de las ciudades.
Los invito a ver hermosas y antiguas fotografías de Valparaíso, alrededor del año 1890, tomadas en ambrotipo por el fotógrafo francés Félix Leblanc.
Verán que la ciudad era ya desde entonces muy hermosa. No es de extrañar, por lo tanto, que haya atraído a personas de todo el mundo. Fue justamente en este periodo (exactamente en 1886), que desembarca en Valparaíso el poeta nicaragüense Ruben Darío, quien trabajó en el puerto como Inspector de Aduana y periodista, y que publicó en esta ciudad sus libros Emilina (1887) y Azul (1888).
Memoriosa.