Fue en el año 1947, cuando el gobierno de Chile organizó por primera vez una expedición a la Antártica, en la que participaron militares, científicos y escritores chilenos, que debían registrar todo lo que observaban.
La expedición tuvo dos objetivos: instalar una base militar, para asegurar la presencia de Chile en la Antártica, y conocer más sobre este territorio, que guardaba todavía muchos misterios.
Dos meses duró la navegación, que se hizo a bordo de las naves Iquique y Angamos.
Durante todo ese tiempo, chilenas y chilenos siguieron muy interesados los pasos de la expedición, gracias a informes que los tripulantes enviaban desde los barcos por radio.
El resultado de la expedición fue considerado un éxito. Se instaló en la Antártica una base militar, llamada base Soberanía, y fue posible conocer muchísimo sobre esta tierra austral, cubierta de nieve, y habitada por pingüinos y focas, entre muchos otros seres vivos.
Uno de los tripulantes del Angamos fue el escritor Eugenio Orrego Vicuña, representante de la Universidad de Chile, que publicó su experiencia en el libro Terra Australis (que significa tierra del sur).
Les invito a conocer parte de la bitácora de viaje que hizo don Eugenio Orrego a bordo del Angamos. Son anotaciones hechas, según cuenta en su libro, en la noche, en su pequeño dormitorio, mientras escuchaba el viento y el mar.
Memoriosa.