A través de votaciones, las ciudadanas y los ciudadanos pueden opinar democraticamente sobre el futuro del país.
Una vez acompañé a mi mamá a votar. Ella se había informado bastante. "Votar es una gran responsabilidad democrática", me dijo. Fuimos temprano al lugar de votación, en el que había muchas personas más, y buscamos juntas la mesa en la que le correspondía votar. Cuando encontramos la mesa, mi mamá mostró su carnet de identidad y los vocales de mesa le entregaron una papeleta con distintas opciones y un lápiz para que marcara su preferencia. Mi mamá en privado marcó su opción (porque el voto es secreto) y luego puso el voto en una caja, llamada urna electoral. Fue muy simple. Al final del día, todos los votos se contaron y así se supo que prefería la mayoría de la gente que votó.
¡Ya quiero cumplir 18 años para poder votar también!
Mi amigo el Búho, que tiene casi 100 años y ha votado muchísimas veces, me contó que hay distintos tipos de elecciones: "Chile tiene millones de habitantes y es muy extenso, por eso existen distintos cargos que se eligen democraticamente, para que todos los chilenos, de norte a sur, estén representados". Además de las elecciones presidenciales, para definir al Presidente de la República, están las elecciones parlamentarias, para elegir a diputados y senadores; la elección de consejeros regionales; y las elecciones municipales, para elegir a alcaldes y consejeros de las distintas comunas.
"Existen también los plebiscitos -aportó Mariposa-. La ciudadanía puede votar para aceptar o rechazar una propuesta importante para el país".
Los invito a ver algunas fotografías de distintas elecciones en Chile, además de un divertido dibujo de Condorito votando en 1964.
Memoriosa.