Antes de proseguir con la historia, detengámonos a averiguar quién fue su protagonista: el Piloto Pardo.
En 1900, a los 18 años de edad, Luis Pardo Villalón, ingresó a la escuela de pilotines, donde se formaban los oficiales de la marina mercante. En 1903 se recibió e ingresó en la Armada, tres años más tarde, como piloto 3° de la sección de desarme del puerto de Talcahuano.
El 13 de septiembre de 1910 ascendió a piloto 2° y fue transferido al Apostadero Naval de Magallanes, con base en Punta Arenas, donde participaría en diferentes comisiones hidrográficas destinadas al estudio de los canales australes. Fue entonces cuando recibió la misión de rescatar a los náufragos ingleses del buque británico Endurance.
A pesar de que las condiciones climáticas y de navegación eran muy difíciles (tres misiones anteriores habían fracasado en el intento), el Piloto Pardo aceptó la tarea.
Y ¿saben qué? El 30 de agosto de 1916 logró rescatarlos.
Días después de la hazaña, fue ascendido a piloto 1°, pero tres años más tarde tuvo que retirarse, aquejado de serios problemas respiratorios. Durante los años siguientes ejerció como cónsul en Liverpool, Inglaterra.
A los 54 años, el 21 de febrero de 1935, falleció en Santiago. Tenía el grado de Teniente 1°, piloto en retiro.
Te invitamos a ver algunas de las fotos de este valiente marino, que encontramos en la Sección Revistas de la Biblioteca Nacional.
Memoriosa.