30/06/2021
Me gustan los cuentos que empiezan así: "Había una vez". Apenas leo o escucho una historia que empieza con estas palabras me dan ganas de saber qué vendrá después.
El último libro que leí, justamente, empieza así. Quizás por eso me gustó tanto. El libro se llama Ayelén y los frutos mágicos (Cocorocoq) y su autora es Karina Cocq. ¿Les cuento el comienzo de la historia? Dice así: "Había una vez una niña muy curiosa llamada Ayelén. Le encantaban los animales pero nunca había visto uno real porque le daba miedo salir de su casa".
A Ayelén, que era muy curiosa y miedosa al mismo tiempo, lo que le encantaba era comer ricos dulces. ¡Igual que a mí! Gracias a unos frutos dulces de distintos colores que encontró una vez en una piñata, esta niña logró cosas asombrosas, como volar, sumergirse en las profundidades del mar y hasta convertirse en una lombriz.
Fueron muchas las aventuras que Ayelén pudo vivir gracias a estos frutos mágicos, así que terminó convertida en una gran viajera. Tan viajera como algunos de los viajeros que conocí en la Biblioteca Nacional y reuní en el capítulo de mi bitácora llamado "Grandes Viajes". ¡Les invito a conocerlos!
Leer es como viajar, pienso, porque un libro te puede llevar a conocer todos los lugares del mundo y hasta a imaginar lugares nuevos.
La historia de Ayelén la encontré en el sitio web de la Biblioteca Pública Digital, donde hay miles de libros digitales más. Como la Sala de Préstamo a Domicilio de la Biblioteca Nacional continúa cerrada, para cuidar la salud de todas las personas, pueden pedir prestados gratuitamente libros en la Biblioteca Pública Digital sin salir de su casa, para leerlos en cualquier dispositivo electrónico, como un celular, un computador o una tableta.
Memoriosa.