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Silabario

Leyendo con silabarios

Me encanta leer y si me esfuerzo y hago memoria, puedo recordar cuando aprendí. Fue en el colegio. El profesor nos enseñó a leer a mí y a mis compañeros, cantando el abecedario, repitiendo palabras y haciendo ejercicios de escritura. Recuerdo que estaba muy feliz por entender las palabras, que antes me parecían dibujos raros. Entonces empecé a leerlo todo: letreros en las calles, papeles que encontraba y, después, libros y más libros.

"¿Tú, te acuerdas cuándo aprendiste a leer?", le pregunté al Búho.

"Sí, me acuerdo, Memoriosa", me respondió. "Fue hace mucho tiempo, cuando era un pequeño búho. Aprendí ocupando un silabario. ¿Los conoces?". La palabra silabario me era familiar. "Los silabarios -continuó el Búho- son pequeños libros, que enseñan a leer paso a paso, separando las palabras en sílabas. Es una forma parecida a la que ocupó tu profesor, seguramente, aunque algo más anticuada. Uno de los primeros silabarios creados por un chileno, es del año 1810".

Mariposa, que volaba cerca, se sumó a la conversación: "Yo también aprendí a leer con un silabario. El que yo ocupé con mis compañeras mariposas, tenía unos dibujos lindísimos, que me ayudaron a aprender más rápido". Mariposa, además, nos contó al Búho y a mí que había visto varios silabarios distintos en los archivos de la Biblioteca Nacional, algunos muy antiguos.

"Si son antiguos, quizás mis abuelos aprendieron a leer ocupando un silabario también", dije. "Es muy probable -me respondió el Búho-. A principios del siglo pasado, era posible encontrar silabarios en todas las escuelas públicas de Chile. Esto se debió a que en el año 1860 ocurrió un hecho muy importante: se promulgó la Ley de Instrucción Primaria, que estableció que todos los niños debían tener educación. Como la lectura es la llave de todos los conocimientos, el Estado de Chile se preocupó de distribuir silabarios a lo largo del país".

Me interesa saber más sobre cómo se ha aprendido a leer en Chile. Y quiero conocer esos silabarios que seguramente ocuparon mis abuelos cuando eran chicos y que Mariposa dice que son tan bonitos. Compartiré con ustedes todo lo que vea en esta bitácora. ¡Acompáñenme! Hay mucho por descubrir en la Biblioteca Nacional.

Memoriosa.

*Imagen: Ilustración de El lector americano: nuevo curso gradual de lecturas, de José Abelardo Núñez. 1881. / Disponible en Memoria Chilena.

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