23/04/2016
Abril es especial para las personas a las que, como a mí, nos gustan los libros. Porque el 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro.
Me alegra mucho que exista este día porque así podemos celebrar la existencia de nuestros libros favoritos. A propósito, tengo algunos para agregar a mi lista… ¿Y saben dónde los descubrí? En la Sala de Préstamos de la Biblioteca Nacional (qué suerte tengo de que sea mi casa).
El primero se llama La vida sin Santi (FCE), escrito por Andrea Maturana e ilustrado por Francisco Javier Olea, y cuenta la historia de dos amigos, Santi y Maia, que tienen que separarse, porque uno de ellos se va a vivir a otro lugar. Al principio sus días serán tristes y complicados, pero a medida que el tiempo pasa, la distancia se sentirá un poco menos y el vacío comenzará a llenarse… ¿les ha pasado también a ustedes? A mí me pasa cuando la Mariposa se va de viaje por mucho tiempo.
El segundo que encontré se llama Qué horror un niño (Alfaguara), escrito por Mari Ferrer e ilustrado por Leonor Pérez. Este libro cuenta la historia del pequeño Remigio que, desde hace un par de noches, siente que un intruso duerme sobre su cama. Olvidaba decirles que Remigio es un monstruito que le tiene miedo a los niños. Ahora que lo estoy leyendo, me pregunto si yo también habré asustado alguna vez a un monstruo.
Por último, la Mariposa visitó la Biblioteca Pública Digital y encontró un libro de poesía mapuche para niños que se llama La palabra es la flor. Lo descargó en su tablet y dijo que lo leería ahora que se va de viaje por el sur de Chile.
Me despido, amigos.
Y el 23 de abril no olviden celebrar todos esos libros que nos hacen la vida más feliz.
Memoriosa